Una vez dentro del museo, hemos comenzado viendo una maqueta en la que se puede observar el antiguo pueblo de Gallarta sobre la actual mina, pueblo del que ahora no queda nada. Después, hemos visto los tipos de minerales que pueden encontrarse en la mina, sus nombres y la cantidad de hierro que puede extraerse de ellos; en este momento, el guía nos ha comentado como explica este apartado a los niños, utilizando el recurso del chocolate. Estas explicaciones también nos resultan útiles puesto que como ya sabemos, debemos enseñar al alumnado a partir de su realidad más cercana para que el aprendizaje sea significativo.
A continuación, también hemos visto en otra maqueta, realizada por voluntarios del museo, gran parte de los montes del territorio, los pueblos, las minas, los 3 hospitales mineros existentes y las conexiones que había entre las distintas minas y demás.
Después de esto, hemos visto diferentes oficios que existían en las minas, las condiciones de trabajo y de vida de todas estas personas. Como resumen podemos decir que vivían en condiciones infrahumanas puesto que trabajaban por tareas y el día que no completaban su tarea no cobraban, tenían que vivir hacinados en barracones en los que no había ni baños ni cocina, los niños comenzaban a trabajar alrededor de los 8 años para poder ayudar en la economía familiar, las mujeres realizaban trabajos complicados por los que cobraban mucho menos que los hombres, trabajaban sin ningún tipo de seguridad y cuando había algún accidente en el que algún minero resultaba herido, éste debía ser llevado por sus compañeros en camilla hasta el hospital minero más cercano, el cual podía estar a más de una hora de camino, por lo que muchos morían o lo que en un principio era leve pasaba a ser grave. Además, todos estos empleados a los que había que amputarles alguna extremidad o enfermaban gravemente, no podían volver a trabajar en lo mismo debido a las condiciones físicas que exigía su trabajo, por lo que pasaban a otra tarea en la que se cobraba menos.
Además, de los hombres, entre los que se encontraban los mineros o los barrenadores, hemos hecho hincapié en las mujeres, las cuales no podían ser mineras. Éstas generalmente se encargaban además de las tareas del hogar y del cuidado de los niños, de dos oficios. El primero consistía en realizar los cartuchos de las dinamitas, para lo cual muchas veces comenzaban en casa a realizar el envoltorio y después en el trabajo lo terminaban, puesto que debían realizar entre 1000 y 1200 aproximadamente al día por mujer. Para llevar a cabo este control, cada cartucho de dinamita tenía un sello, el cual correspondía a cada una de ellas; así, si una estaba defectuosa, se le descontaba del sueldo, El segundo oficio, consistía en limpiar las piedras que han obtenido los mineros como resultado de su trabajo, de forma que después puedan ser utilizadas, es decir, debían retirar el polvo o todo aquello que pueda hacer que la piedra no quede en el mejor estado posible. Por consiguiente a esto, hemos visto el mecanismo que se utilizaba para hacer explotar los cartuchos de dinamita, los cuales se introducían dentro de las piedras para hacer éstas más pequeñas y que fuera más fácil trasladarlas.
Por último, hemos visto un vídeo en el que se nos acercaba la realidad de la vida minera en la época franquista a nivel de Euskadi, con todas las consecuencias políticas y sociales que esto conllevaba, aunque vistas desde el punto de vista de los mineros. Esto nos ha servido para entender mejor todo lo anteriormente explicado por el guía y hacernos a la idea de lo que realmente era trabajar en las minas.
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